Adiós y GRACIAS 2022
31 de Diciembre 2022 · Puerto Escondido, Oaxaca, México.
Gracias, 2022. Me permitiste lanzar el proyecto de mi vida.
Me llevaste al límite y me enseñaste que menos es más.
Aprendí que nuestra mente es una de las herramientas más poderosas y que podemos reprogramarla para crear la vida de nuestros sueños. Que lo de fuera no es más que un reflejo de lo de dentro. Si no te gusta lo que ves, debes mirar hacia adentro, aunque sea incómodo, aunque duela. Esa es la única salida.
Me enseñaste que el silencio guarda todas las respuestas, pero vivimos en una vorágine de ruido, estrés y prisas que nos aleja de lo que realmente importa: conectar con nosotros mismos. Que lo que consumes, de quién te rodeas, lo que lees, lo que te inspira, todo nutre tu ser. Y que cuidarte, respetarte, valorarte, escucharte, hablarte y amarte es la clave, porque cuando tú lo haces, los demás también lo harán.
Aprendí que si duele mucho, no es por ahí. El camino debe ser divertido, con retos y aprendizajes. Que ir más despacio es imprescindible para apreciar la belleza del paisaje. Cuando disfrutas, avanzas con ilusión, y si vas a 200 por hora, te pierdes el encanto y las lecciones que el camino tiene reservadas como valiosos regalos para ti. Que la vida es el mayor de los milagros y, si no lo crees, quizá debas revisar tus creencias o tu forma de vivir.
Que si algo da miedo y, a la vez, te emociona, es por ahí.
También entendí que lo que otros piensen y opinen de ti dice más de ellos que de ti. Que si puedes imaginarlo, puedes crearlo. Que intentar controlar demasiado lo de fuera te hace perder el control de ti mismo. Que puedes convertirte en la persona con la que sueñas estar. Y que el amor de tu vida siempre has sido tú. No somos seres incompletos, como nos hicieron creer. Somos naranjas, peras o limones completos.
Que es importante vincularse o emparejarse desde la elección, no desde la necesidad o la huida. No desde un "ámame porque yo no me amo lo suficiente". Y brindar, incluso con agua si queremos, por conocer a alguien que, aunque no lo necesites porque ya te tienes a ti, te sume tanto que vincularte sea inevitable. Que lo eliges por ser como es, con todas sus perfectas imperfecciones, taras y traumas.
Cada vez que tomemos una decisión, preguntémonos si nace del amor o del miedo. E intentemos siempre elegir desde el amor.
Gracias por enseñarme que llorar es de valientes y no de débiles, como nos hicieron creer. Que estamos hermosos cuando nos permitimos sentir, cuando dejamos que las emociones broten, cuando mostramos nuestra parte más vulnerable sin temor, sin juicios, sin vergüenza ni rabia.
Gracias por recordarme que el amor propio genera magnetismo.
Gracias, 2022, por todas las lágrimas y la incomodidad. Has sido increíblemente necesario en esta apasionante aventura.