De cuando subí al volcán
27 Febrero 2023 · Volcán Acatenango, Antigua, Guatemala
Estuve en las nubes. Estuve en las nubes con unas bambas de suela plana y sin frontal. Respire mucha arena, la pendiente era demasiado empinada, el suelo arenoso resbalaba, resbalaba mucho, tuve miedo de torcerme un pie y rompérmelo mas de una vez. Vi a una chica como se lo rompía justo delante mío, llevaba botas de montaña y era una amante de los trekkings y no una dominguera como yo. Mi cabeza me advertía con la voz de mi padre: "No llevas el calzado adecuado para hacer esto. Te vas a resbalar, te vas a caer y te vas a hacer daño. Si te rompes un pie, adiós a la aventura de tu vida." Sentía un escalofrío en todo el cuerpo estremecido imaginándome con una escayola en un hospital de Guatemala y sin haber visto el volcán en erupción con mis propios ojos ni otros tantos sitios que tengo en mente visitar. Intentaba no prestar atención a esa voz. Me distraía a mí misma diciéndome.
"Fíjate, la Andrea de hoy lo que es capaz de hacer, hace unos años, esto hubiera sido inviable, ni con una una barra libre arriba.” Subir y subir y respirar humo de arena y a pesar del frio en los dedos de las manos, en la nariz, en las orejas y en los pies... los pies resbalan... pero, “qué bien lo estás haciendo”, me repetía. “El sendero no es el mas agradable pero... presta tu atención en las vistas! Estas encima de las nubes! Qué dolor de pies, no me quiero romper uno por favor... y encima estoy tan cansada que no puedo hablar con nadie. Con lo que me gusta hablar a mí!”
“Andrea! Estas en las nubes! Disfruta cada paso! Cada paso firme, aunque te resbales, afloja el ritmo - ¿mas lenta? - Sí, más lenta, no importa llegar la última. Desde el inicio que eres la última y esta genial, al menos ya se han acostumbrado a tu ritmo y tienes un grupo de personas enfrente, a lo lejos, se ven pequeñas pero están ahí, ahí delante. Si llegas de noche por lo menos verás las estrellas. No, no trajiste frontal, pero seguro los guías tienen uno de mas, o te rentan una linterna por 25 Quetzales, seguro luego te rentan una. Sí, porque sin luz, seguro me resbalo y me rompo un pie. Si mi padre estuviera aquí no me hubiera dejado hacer este trekking con estas bambas de suela plana. Me diría: ¡¡Cuidado que te vas a caer!! Y tiene razón seguro me caigo."
A pesar de que, a veces, el camino no sea el más agradable del mundo... debe ser andado para llegar al destino deseado. A menudo nos olvidamos de gozar de cada paso, nos enfocamos (obsesionamos) tanto en la meta que perdemos de vista o pasamos por alto la belleza del trayecto. Y mientras nuestra mente parlotea y nos perturba, haciéndonos flaco favor, porque su función es precisamente esa, protegernos, dejándonos en la zona conocida. Y aunque la zona de confort parezca un lugar seguro, no lo es, ya que nada nuevo crece ahí.
A veces cuesta disfrutar del camino pero ese debería ser el objetivo diario.
Es interesante pararnos a observar cómo nos hablamos a nosotros mismos. La relación que construimos en nuestro interior, no es más que un reflejo de cómo nos relacionamos con los demás. Qué propuestas de pensamiento nos lanza una mente canalla y cuáles nos acabamos creyendo. Porque así como pensamos, sentimos, así como sentimos, actuamos, así como actuamos, construimos nuestro carácter, nuestra manera de ser, nuestra identidad y ésta, nos hace incorporar ciertos hábitos y conductas que inevitablemente nos llevarán a un destino.
Somos energía (a parte de materia, como dijo Einstein) así como vibramos, atraemos. Las energías similares se atraen. Es importante cuidar de nuestro bienestar, de nuestro estado de ánimo. Trabajar para convertirnos en la energía que queremos atraer a nuestra vida.
Esas bambas me las regaló Luke, mi ex-novio australiano, son las que me han acompañado en todas mis últimas aventuras. Han estado en Maldivas, en Sri Lanka, en Filipinas, en México - 4 meses - y ahora en el volcán, en el volcán también han estado. Las quería poseer mucho, fui muy pesada, deseaba que me las regalara y al final lo hizo, me hice la sorprendida igualmente. También amaba y amo mucho a Luke! Qué bonito es poder seguir queriendo a las personas que han compartido experiencias a nuestro lado y desapegarse de ellos, así como de las bambas.
Nada es nuestro, todo es prestado, todo tiene fecha de caducidad, nosotros también la tenemos y es increíble que así sea, la belleza de lo impermanente. Despedir lo viejo para dejar espacio a lo nuevo. El agua que no fluye, la estancada, huele mal. Lo mismo con la vida, si dejamos de movernos, nos estancamos y olemos mal.
Quiero agradecer a mis bambas, por haberme llevado a tantos sitios increíbles, ya las dejé, en último hostel que dormí del tirón toda la noche, me desprendí de ellas a pesar de que me daba mucha pena desprenderme de éstas. A Luke, por recordarme que querer no tiene nada que ver con poseer y a mi padre, por siempre intentar protegerme. Papa, salí un poco rebelde y un poco insensata también. Perdóname, parece que no, pero prometo que estoy evolucionando.
Y a mí misma también quiero agradecerme. Por dedicarme tiempo y espacio para observar a mis pensamientos de cerca y por intentar reeducar mi mente, hacerme mejor amiga de esta. No es fácil. Dicen que quien tiene “control” de su mente acaba controlando su vida. La realidad es creada dos veces, primero en tu cabeza luego delante de ti. Somos creadores de nuestra realidad, de nuestra vida. Cada día estoy más segura de ello.
Valió la pena, estuve en las nubes. Al llegar a la cima, no estaba sola, me tenía a mí. Brotaron lagrimas de mis ojos, no recuerdo si fue de emoción o fue de cansancio. No lo sé, pero tampoco importa, a final, reír, llorar, viene a ser lo mismo, emoción que brota de nuestro cuerpo y que dejamos que se libere. Estuve en las nubes con mis ex-bambas de suela plana y sin frontal! Con 5 litros de agua en la mochila, con un cepillo de dientes despeinado, galletas hechas añicos y un tupper de arroz seco que fue delicioso cuando lo comí.
A la mañana siguiente vi el amanecer más increíble de mi vida. El descenso fue despacio, muy despacio para que los guías siguieran reconociéndome, con mis dos pies fuertes. ¡Qué ilusión poder contar con dos pies! ¡Qué suerte tengo! Me prometí que los iba a cuidar más de ahora en adelante y me compré unas chanclas! 🤣 ¡broma!
La ducha y el masaje posterior fueron increíbles. El masaje, a penas lo recuerdo, me dormí. Lo que sí recuerdo es que me dormí con sonrisa en cara. Aún me quedaban fuerzas para sonreír.
El volcán de fuego es el más activo de Centro Ámerica y uno de los más activos del mundo.
El Acatenango es un estratovolcán de Guatemala, en el municipio de Acatenango.
Elevación: 3.976m
Prominencia: 1.835m
Campamento base a 3.650m